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Las escuelas normales rurales han desempeñado un papel muy importante en los procesos de construcción social desde principios del siglo XX, tanto de carácter educativo, como político, social y cultural. Se construyeron y se consolidaron como la columna vertebral del sistema educativo mexicano. El normalismo rural ha sido la alternativa para estudiantes de escasos recursos. Cada egresado de una normal rural está comprometido con la sociedad que costeó su educación y está listo para emprender la labor más noble de la humanidad: llevar el saber a las comunidades rurales más apartadas del país; y cumplir con la ardua tarea que la sociedad les ha confiado, porque están convencidos de que mañana la humanidad será mejor. Lo anterior se ha logrado a través de procesos de preparación desarrollados con los programas educativos oficiales, así como por las actividades específicas de la escuela normal que son desplegadas por la organización de la comunidad estudiantil y que han contribuido a la formación de un perfil de docente que frecuentemente se ha reconocido por los supervisores y autoridades educativas, ya que las egresadas de esta escuela normal no han tenido objeción para desempeñar sus funciones docentes en las condiciones de trabajo más difíciles o adversas o en las comunidades más lejanas. Ejemplo claro de ello es que las recientes generaciones de maestras egresadas de esta institución presentan el menor índice de renuncias en sus contrataciones por habérseles asignado escuelas en comunidades de difícil acceso y con condiciones que generalmente para una mujer son, inclusive peligrosas, por la inseguridad que prevalece en algunas regiones del estado. El sistema de internado de la normal rural ha sido un elemento crucial en la preparación de las maestras egresadas de esta escuela, ya que las formas de organización que desarrollan en la cotidianeidad, para la convivencia y el trabajo de mejoramiento de sus condiciones asistenciales, les dotado la habilidad para autorregularse y formarse como personas y mejores profesionales de la educación. Además, con un conjunto de orientaciones, metas y valores que convergen sustancialmente en su formación docente. La escuela normal representa para sus estudiantes, con el sistema de internado, la única alternativa para acceder a la educación superior, toda vez que los servicios educativos y asistenciales son totalmente gratuitos, tales como la inscripción, materiales didácticos, uniformes, alimentación, hospedaje, transporte, procesos de titulación, entre otros. Como parte de la preparación para la vida del internado se planea un periodo de inducción en donde se realizan actividades recreativas, deportivas, culturales, académicas y de higiene, las cuales se desarrollan bajo un horario específico y con la participación y supervisión de los maestros y el personal que corresponde a cada área, que además, son actividades que de manera cotidiana se realizan durante toda la estadía en la escuela Normal. Cada institución de nivel superior cuenta una esencia que la caracteriza como única. La que distingue a las normales rurales de las otras instituciones normalistas –y de todas las instituciones de educación superior- es que en ellas se desarrolla una educación integral basada en cinco ejes: académico, cultural, módulos de producción, político y deportivo. Por ello el objetivo de una normal rural no es sólo formar docentes capacitados en la enseñanza de la educación básica, sino de cubrir las necesidades que se requieren en una comunidad, como resultado del desarrollo de la sensibilidad ante la búsqueda de respuestas a los problemas del entorno. La Escuela Normal Rural Ricardo Flores Magón, de Saucillo, Chih., se ha distinguido en los últimos años por sus avances académicos de alto impacto. En el ámbito de la evaluación institucional consiguió acreditar el 100 % de sus programas educativos en el nivel máximo de (comité interinstitucional de evaluación de la educación superior) CIEES, situación que le otorgó un reconocimiento nacional por parte de la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación. En cuanto a los resultados de sus estudiantes, en el periodo de 2006 a 2014 resaltan los siguientes indicadores educativos: índice de aprobación del 95.5%, deserción de 1.54%, un 93.14% de eficiencia terminal y un 100% de titulación. En los Exámenes Generales de Conocimiento, la escuela se ha ubicado en un promedio de 6 puntos porcentuales por encima de la media nacional. Los resultados de sus egresadas en los exámenes de ingreso al servicio docente han sido del 100% entre 2006 y 2012, del 99% en 2013; y, en el último evento de concurso de oposición por las plazas docentes de 2014, logró que alrededor del 85% de sus egresadas obtuvieran resultados idóneos de 100 o más puntos. Invariablemente el 100% de sus egresadas se han colocado en el mercado laboral en las escuelas públicas de los estados de Chihuahua y Durango principalmente. Más de un 95% de su planta docente cuenta con estudios de posgrado, en el ámbito de la educación. Es la escuela normal, que por su proporción de maestros, tiene más cuerpos académicos a nivel Nacional, que están haciendo aportaciones científicas de alto impacto en el campo de la formación docente. Esta escuela normal, por su sistema de internado, es única en su género en el estado de Chihuahua y representa uno de los bastiones últimos 9 de los frutos de la Revolución Mexicana y de la justicia social.

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